dc.description.abstract
La descomposición del sujeto se aceleró con Descartes, la ilustración añadió impulso a la necesidad de dominar, controlar aquello impredecible; el exterior, el mundo, lo otro, reduciendo el margen de incertidumbre, hasta quedarnos arrinconados en la invalidez del escepticismo. Sin referentes a los que referirnos, fragmentados, al devaluarse el poder hablar, el poder significar, el sujeto es el último escollo, el último obstáculo que eliminar, que erradicar para vencer lo impredecible y así eliminar la duda, el consumo de la tecnología digital desencadena una seria de procesos conductuales y cognitivos que coronan el paradigma del control. Como alternativa a la sumisión del dígito, que nos convierte en objetos que hemos de encajar en una variable predeterminada, se plantea la metáfora, entendida como puente con una mirada que trasciende y prescinde del determinismo positivista actual, recomponiéndonos, no para encasillarnos de nuevo en el sujeto aislado, narcisista, vulnerable, sino para creer en la persona que experimenta e interactúa con lo otro. Plantearnos las consecuencias del uso de la tecnología digital, nos lleva a preguntarnos por aquellas prácticas artísticas que se sirven de la misma, y si con su difusión favorecen nuestra descomposición, convirtiéndonos en meros objetos a ser analizados, impidiendo una mirada metafórica, mirada intrínseca a cualquier práctica artística. La presente tesis pretende mediar el marco de diálogo que nos restituya como personas, garantizando la presencia de quien experimenta la experiencia, alejándonos del refugio digital.
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