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OBJETIVO GENERAL
Identificar, desde un enfoque fundamentado en la teoría crítica, las características espaciales que han antecedido y conllevado a la transformación (informalización?) de las primeras urbanizaciones populares modernas que construyó el Instituto de Crédito Territorial ICT, las Unidades Vecinales de Muzú y Quiroga, en Bogotá D.C., Colombia, (fundamentadas en los principios del CIAM), reconociendo en dichas transformaciones la presencia de patrones arquitectónicos, y en menor grado urbanos, que han estado presentes en la vivienda social (formal e informal) de la premodernidad hasta el presente.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
--Examinar las políticas de vivienda adoptadas para Bogotá a lo largo del siglo XX y en especial de los años '50 en adelante
--Recopilar los trabajos realizados en temas afines a la vivienda social y a la caracterización de patrones habitacionales que conduzcan al reconocimiento de la bien o mal llamada vivienda informal
--Revisar trabajos realizados hasta el día de hoy relacionados con las Unidades Vecinales que se proponen estudiar para el presente trabajo.
--Clasificar el material producido en materia de vivienda social en Bogotá, relacionado con vivienda formal e informal.
--Identificar las particularidades espaciales de los patrones habitacionales de la vivienda social y tradicional en Bogotá desde los períodos post-coloniales hasta el presente
--Definir los campos analíticos, cualitativos y cuantitativos, para el estudio de las Unidades Vecinales de Muzú y Quiroga.
--Inspeccionar a través de trabajos de campo y por medio de un trabajo de acción-participación los procesos de transformación, a nivel urbano y habitaiconal, de las Unidades Vecinales
--Contrastar las formas de apropiación de los espacios de las viviendas de hoy en día en relación a los proyectos originalmente desarrollados, estableciendo los patrones más comunes de habitabilidad.
--Identificar las formas más usuales de habitabilidad en la vivienda informal.
--Generar un producto final que aporte a estudios teóricos en el Hábitat Popular y la Vivienda Social en temas relacionados con nuevas alternativas de vivienda para sectores vulnerables de nuestra población.
CONCLUSIONES FINALES
-La modernidad Bogotá entró de manera directa a través de las acciones que el Estado promovió desde los años '30. A partir de ese momento fueron reiterativas sus manifestaciones y el papel de Estado benefactor' ofreció generosas y acertadas soluciones de habitabilidad hasta los años '70.
--En un contexto como el bogotano, no puede explicarse la modernidad arquitectónica como la simple producción mecánica de objetos en serie, de manera industrializada, pues desde inicios del siglo XX ya existían evidencias de vivienda repetitiva pero con tecnología artesanal, basadas en una normativa y regularización, donde la idea del modelo' empezaba a tomar importancia en la intención de modificar la ciudad.
--La modernidad en Bogotá tiene múltiples lecturas en cuanto a sus resultados físico-espaciales, uno dado desde las dimensiones oficiales, normativas, formales y otra desde el crecimiento no-formalizado o sea desde las dinámicas culturales que se entrelazan en la ciudad y dan una respuesta espacial o fuera de lo establecido, a ello se le ha denominado informal, por estar fuera de lo legalmente estipulado, estas dos instancias hacen de la nuestra, una modernidad rica en resultados y de una complejidad que ofrece al quehacer del arquitecto nuevas alternativas para desempeñarse académica y profesionalmente.
--La arquitectura moderna fue pues, un estímulo para brindar, a través de sus postulados occidentales, soluciones emergentes a una cultura diferente y ajena a aquellos principios. La escasez de alternativas de vivienda, dio paso a que el movimiento entrara con tal fuerza que conllevó a soterrar importantes formas de vida y habitabilidad y pese a este abrupto cambio, estas formas permanecieron en el tiempo y son hoy evidentes dentro de la modernidad colombiana, en los llamados barrios marginales o informales' que han originado más del 50% del crecimiento físico de las urbes latinoamericanas.
--No obstante, muchos de los paradigmas europeos aplicados a los proyectos de vivienda pública en Bogotá, en los diversos estratos socio-económicos, fueron importantes aportes de diseño a las necesidades de vivienda de una población que para las décadas de los años cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta, crecía de manera alarmante.
--La modernidad que adoptó el Estado colombiano como una necesidad creada por los países más desarrollados, transformó poblados menores en pequeñas ciudades como producto, en la mayoría de las veces, de la violenta expulsión de población del campo y de las oportunidades laborales que comenzaban a ofrecer las urbes a los pobladores rurales.
--La modernidad por tanto, desató una abrupta transformación de los modos de vida de la población, la cual pasó velozmente de vivir y producir en condiciones atrasadas a formar parte de una masa de población que manejaba otro ritmo de trabajo y de vida. Ante la única alternativa de marchar a la ciudad para subsistir, los pobladores rurales no encontraron los espacios adecuados para su supervivencia, esta necesidad, aunque de manera lenta y ulterior, determinó que el Estado interviniese y brindara beneficios a unos ciudadanos totalmente desamparados.
--Los principios del movimiento moderno sirvieron al Estado en un momento dado como herramientas fundamentales para solucionar el problema de la vivienda social urbana desde finales de la década de los años 40. Posteriormente, la responsabilidad de la solución de vivienda entregada a la empresa privada a partir de los años '70 terminó por desviar el enfoque social del movimiento y propició su declive.
--Luego de que intereses mercantilistas se apoderaran de dicha responsabilidad, los profesionales de la arquitectura perdieron su ingerencia en las formas de crecimiento y desarrollo de las ciudades y pasaron a ser simples operadores' de la maquinaria económica.
--La modernización en el país ha estado ligada directamente a los procesos políticos y los fenómenos de violencia, los cuales han tenido efectos en la arquitectura y el urbanismo de las ciudades. Los hechos físicos muestran su paso y sus huellas. La modernidad sigue su camino mimetizándose y mutándose, es irreversible y a la vez seductora... El simple hecho de referirla tan insistentemente quizás sea producto del miedo y admiración por ella, es una necesidad entenderla y criticarla, para buscar los caminos más coherentes de trabajar con ella y procurar que como hecho universal no arrase de manera incólume con estas formas de vida.
--Reseñar en varios puntos a la informalidad como una manera de habitar de las culturas populares, refiriendo sus problemas puntuales y reconociendo la pertinencia de abordar su hábitat para allí buscar soluciones alternativas de vivienda que se aproximen a las necesidades de una población con pocas opciones laborales
--El desarrollo de estudios en economía urbana que conduzcan hacia la viabilidad de nuevas alternativas de vivienda masiva al alcance de diversos sectores populares de la ciudad y el país
--Resaltar la necesidad de elaborar estudios permanentes en hábitat popular informal comprendiendo la lógica de masificación que imponen las ciudades contemporáneas en América Latina
--La pertinencia de reconocer un desconocimiento de aquellos puntos importantes dentro del hábitat informal que puedan ser considerados como fundamento para futuras propuestas de vivienda en la Bogotá contemporánea.
--La necesidad de elaborar una teorética profunda sobre el hábitat popular que conduzca a la creación de un software que brinde opciones reales para los habitantes de estratos populares
--Los procesos de informalización en hábitats planificados obedecen a una clara ausencia del estado para solventar necesidades básicas de los habitantes, tal como sucedió en el Quiroga.
--No se puede seguir destinando vivienda para un perfil de usuario ideal, sino para determinar una vivienda que nazca de realidades sociales y culturales concretas, así se podrá determinar un aporte al debate al déficit de la vivienda cuantitativa y cualitativa, que es uno de los más sentidos y desatendidos puntos de la hoy denominada Vivienda de Interés Social VIS.
--La informalización puede ser vista como tal desde una perspectiva económica fundamentada en la sistematización físico-espacial que planteó el modelo capitalista para las ciudades, pero no puede ser considerada INFORMAL desde una perspectiva socio-cultural porque la idea de vivienda, desarrollo progresivo y autoconstrucción han prevalecido a través de los tiempos y son una parte significativa, y en un altísimo porcentaje (más del 54% según cifras del DANE, Departamento nacional de Estadísticas) el desarrollo físico de la ciudad, lo cual quiere decir que a pesar de no estar dentro de un sistema oficializado de crecimiento, responde a unas dinámicas económicas y directa o indirectamente hacen parte de estas.