Universitat de Barcelona. Facultat de Filologia
[spa] La dictadura de Augusto Pinochet se extendió entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990. Durante esos 17 años se contabilizan, según los informes de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (1991) y la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (2004), alrededor de 200.000 personas exiliadas, 3.227 personas ejecutadas y más de 1.200 desaparecidas, en un total de más de 35.000 víctimas directas. Esta tesis tiene por corpus parte considerable de la producción poética chilena escrita durante el periodo, la cual, bajo circunstancias sociopolíticas tan severas, buscó los modos de representar el horror, que era a la vez subjetivo y objetivo. Es decir, personal (en tanto se representan, en los poemas, experiencias traumáticas, como arrestos ilegales y tormentos físicos) y colectivo, en tanto el terrorismo de Estado afectaba a la sociedad en su conjunto, a sus modos de comunicarse y de expresarse. A lo largo de esta investigación se analizará cómo la poesía refirió y reflejó los modos en que el aparato represivo ejerció la violencia contra el cuerpo de aquellos que consideraba detractores, a través de la prisión política, la tortura, el asesinato y la desaparición de personas. El objetivo de estudio es pues, analizar las distintas representaciones de ese horror en Canto a su amor desaparecido (1985), Purgatorio (1978) y Anteparaíso (1982) de Raúl Zurita; La ciudad (1979) de Gonzalo Millán; Dawson (1985) de Aristóteles España y La Bandera de Chile (1985) de Elvira Hernández, principalmente. Tras la lectura de más de una veintena de series poéticas, se ha podido constatar una conjunto de características textuales, formales y de contenido comunes a gran parte de ellas, entre las que destacan la presencia de la muerte en la forma de asesinato político; el ambiente asfixiante, represivo, prohibitivo; alusiones directas a la violencia física; anhelo de un periodo idealizado, anterior o posterior a la dictadura; descripción de la ciudad como un espacio sin libertad, sitiado, empobrecido, apestado; descripción de la naturaleza como lugar corrompido, convulso; aparición constante de voces marginales, que muchas veces inscriben un discurso alienado. En este último sentido, llaman la atención los textos que evocan extrañeza a partir de incorrección sintáctica, falta o exceso de puntuación, lenguaje inconexo o enunciados incoherentes; en definitiva, un lenguaje atormentado o reprimido, llevado al extremo. Todos estos procedimientos se suman al hecho de que la dictadura chilena fue una época sumamente prolífica a nivel artístico, en la que los autores establecieron nuevas formas de creación, un nuevo modo de decir el (con)texto, que enarbolaba la urgencia de la palabra. La asfixia, el desconcierto y el miedo se tradujo en nuevas formas de comunicarse, planteando un discurso poético que se separaba de las anteriores generaciones y que tenía mucho de resistencia política y cultural, de compromiso con la realidad y con el arte, con el cual la producción literaria chilena de hoy sigue dialogando. Se trata de un discurso heterogéneo, que tiene como elemento unificador la convergencia histórica y su marca de sufrimiento, desesperación y duelo, en un contexto en el que este había sido cancelado. En definitiva, un aspecto esencial de esa producción poética tuvo que ver con una variación de los temas que refería antes del Golpe, pero también de cambios paralelos en el modo de decir, en la técnica. La búsqueda de la poesía chilena de dictadura tuvo que ver con hacer decir a la lengua el horror, comunicar lo inefable, representar el tormento psicológico y la brutalidad contra el cuerpo, a través de las posibilidades y limitaciones del lenguaje literario, replegado, conmocionado o caótico, reflejando que cuando el cuerpo se rompe la palabra enmudece. Todo esto concluye en la construcción de un discurso fragmentado, multívoco y caleisdoscópico, que permitió, así, la ocurrencia de un discurso colectivo, plural, que habla a pesar de la censura y de la imposibilidad misma de enunciar las experiencias límites de la brutalidad y el trauma. La escritura poética de dictadura manifiesta así un hecho de larga data: el fuerte vínculo de lo político en la poesía americana, que desde siempre estableció una convergencia entre hecho político y lirismo, volviendo, en este caso el trauma histórico un testimonio poético.
[eng] During the 17 years that the dictatorship of Augusto Pinochet lasted (September 11, 1973 - March 11, 1990), around 200.000 people were exiled, 3.227 people were executed and more than 1.200 were disappeared, in a total of more than 35.000 direct victims. This thesis has as a corpus a considerable part of the Chilean poetic production written during the period, which, under such severe sociopolitical circumstances, sought ways to represent horror, which was both subjective and objective. That is to say, personal (insofar as traumatic experiences are represented in the poems, such as illegal arrests and physical torture) and collective, insofar as State terrorism affected society as a whole, its ways of communicating and expressing itself. Throughout this investigation, it will be analyzed how poetry referred and reflected the ways in which the repressive apparatus exercised violence against the body of those it considered detractors, through political imprisonment, torture, murder and the disappearance of people. The objective of the study is, therefore, to analyze the different representations of horror in Canto a su amor desaparecido (1985), Purgatorio (1978) and Anteparaíso (1982) by Raúl Zurita; La ciudad (1979) by Gonzalo Millán; Dawson (1985) by Aristóteles España and La Bandera de Chile (1985) by Elvira Hernández, mainly. After reading more than twenty poetic series, it has been possible to verify a set of textual, formal and content characteristics common to a large part of them, among which the presence of death in the form of political assassination stands out; the suffocating, repressive, prohibitive environment; direct allusions to physical violence; longing for an idealized period, before or after the dictatorship; description of the city as a space without freedom, besieged, impoverished, plagued; description of nature as a corrupt, convulsive place; constant appearance of marginal voices, which often inscribe an alienated discourse. In this last sense, the texts that evoke strangeness from syntactic incorrectness, lack or excess of punctuation, disjointed language or incoherent statements draw attention, pointing to a tormented or repressed language, taken to the extreme. All these procedures are added to the fact that the Chilean dictatorship was an extremely prolific time at an artistic level, in which the authors established new forms of creation, a new way of saying the (con)text, which raised the urgency of the word.
Literatura llatinoamericana; Literatura latinoamericana; Latin American literature; Poesia xilena; Poesía chilena; Chilean poetry; Anàlisi del discurs literari; Análisis del discurso narrativo; Literary discourse analysis; 1973-1990
82 - Literature
Ciències Humanes i Socials
Programa de Doctorat en Estudis Lingüístics, Literaris i Culturals
Facultat de Filologia [143]