Avances en nuevos marcadores de daño renal en el diagnóstico y tratamiento de la leishmaniosis canina

Abstract

La leishmaniosis canina (CanL, canine leishmaniosis) es una zoonosis endémica transmitida por vectores. La enfermedad renal es una de las principales complicaciones y causas de mortalidad en la CanL. En la leishmaniosis humana se ha observado disfunción renal tubular asociada con defectos en la concentración de orina y con desequilibrios electrolíticos.

Las pruebas de laboratorio comúnmente utilizadas para evaluar la función renal carecen de una adecuada sensibilidad y especificidad, y además la progresión de la enfermedad renal es frecuentemente asintomática en las etapas iniciales de la CanL. Todo esto hace necesario encontrar nuevos biomarcadores capaces de detectar el daño renal precoz, que puedan ser útiles para diagnosticar y evaluar la progresión y la respuesta al tratamiento de la enfermedad renal secundaria a CanL.

Esta investigación se dividió en dos estudios. En el primer estudio, se realizó la validación analítica de la medición con osmometría de punto de congelación de la osmolalidad urinaria (UOsm, urine osmolality) en una amplia población de perros clínicamente sanos, demostrando un buen desempeño del método. Se establecieron intervalos de referencia en perros jóvenes-adultos y en perros ancianos. También se determinó el efecto de la edad, el sexo y el estado reproductivo sobre la UOsm. Los resultados mostraron que la concentración de orina disminuye en perros ancianos. No se observó ninguna influencia del sexo, pero se detectó una UOsm menor en las perras castradas en comparación con las intactas, sugiriendo un efecto de la esterilización sobre la concentración de orina.

En el segundo estudio, se evaluó la UOsm y las fracciones de excreción de Na, K, Cl y Mg en diferentes estadios de la enfermedad renal en una pequeña población de perros naturalmente infectados con L. infantum.

Los cambios en estos analitos se evaluaron en perros con proteinuria luego de un mes de tratamiento. Todas las fracciones de excreción evaluadas, con excepción de la fracción de excreción de K, probaron ser biomarcadores útiles para detectar disfunción tubular temprana antes de la presentación de azotemia. Sin embargo, sólo la fracción de excreción del Mg mostró una clara evidencia de la mejoría renal después del tratamiento.

Los resultados de esta investigación proveen la base para investigaciones posteriores acerca de la UOsm y las fracciones de excreción of Na, K, Cl y Mg, y su aplicación en el área clínica para el diagnóstico y monitorización del daño renal.

Canine leishmaniosis (CanL) is a vector-borne endemic zoonosis. Renal disease is one of the main complications and a major cause of mortality in CanL. Renal tubular dysfunction has been observed in human leishmaniosis associated with defects in urine concentration and electrolytic disorders. Most commonly used tests for renal function assessment lack adequate sensitivity and specificity, and as renal disease progression is often asymptomatic in the initial stages of CanL, it is necessary to find new biomarkers able to detect early kidney damage, that could be useful to diagnose, evaluate the progression and the response to therapy of renal disease secondary to CanL. This research was divided into two studies. In the first study, the analytical validation of freezing point depression measurement of canine urine osmolality (UOsm) was performed in a large population of clinically healthy dogs, showing a good performance. Reference interval were established in young-adult and senior dogs. The effect of age, sex, and reproductive status on UOsm was determined as well. The results demonstrated that urine concentration decrease in older dogs. No influence of sex was observed, but UOsm was lower in neutered than in intact female dogs suggesting an effect of sterilization on urine concentration. In the second study, the evaluation of UOsm and fractional excretion of Na, K, Cl and Mg at different stages of renal disease was performed in a small population of dogs naturally infected with L. infantum. Changes of these tests after one month of treatment were evaluated in dogs with proteinuria. All evaluated fractional excretions, with exception of fractional excretion of K, proved to be useful markers to detect early tubular dysfunction before the presentation of azotemia. However, only fractional excretion of Mg showed clear evidence for renal improvement after treatment. The results of this research provide a basis for the further investigation about UOsm and fractional excretions of Na, K, Cl and Mg, and their application in clinical settings for renal damage diagnosis and monitoring.