[spa] El Síndrome Metabólico (SMet) es una condición clínica caracterizada por varios factores metabólicos asociados con un mayor riesgo de diabetes y enfermedad cardiovascular (ECV). Estos factores de riesgo cardiovascular coexistentes incluyen obesidad (especialmente obesidad central), resistencia a la insulina y tolerancia a la glucosa alterada, dislipidemia aterogénica [niveles altos de triglicéridos (TG) y niveles bajos de lipoproteína-colesterol de alta densidad (HDL-c)] e hipertensión. La obesidad y, como consecuencia el SMet, se están convirtiendo en una epidemia. Este grupo de factores afectan aproximadamente entre el 10-25% de adultos en todo el mundo. Si el creciente aumento continúa, se espera que hasta el 20% de la población adulta del mundo sea obesa para 2030. En relación, la prevalencia de SMet variará según el perfil de la población, la edad, el sexo, el origen étnico, así como la definición utilizada. La prevención de la enfermedad cadiometabólica con intervenciones dietéticas y estilo de vida pueden ser más efectivas para prevenir el desarrollo del SMet que el tratamiento farmacológico. En consonancia, varios estudios han demostrado que las modificaciones en el estilo de vida, como el aumento de la actividad física, la adherencia a un patrón de alimentación saludable y/o la pérdida de peso, están asociadas con la reversión del SMet y sus componentes. Hay evidencia sólida de que la alimentación influye en la incidencia de SMet. Un alto consumo de grasa total y ácidos grasos saturados (AGS) y un consumo inadecuado de fibra están vinculados al peso corporal poco saludable y/o al riesgo de Diabetes Mellitus Tipo 2 (DMT2), dos de los principales componentes del SMet. Para abordar el problema, las sociedades científicas han recomendado un límite global de grasa en la dieta, resultando inevitablemente en un incremento de la ingesta de carbohidratos y una disminución de ácidos grasos insaturados saludables. Por esta razón, en 2015, el Comité Asesor de las Guías Dietéticas Americanas enfatizó la importancia de patrones de alimentación basados en alimentos, revisando el papel de la grasa en la salud. De hecho, la evidencia de ensayos controlados y aleatorizados no respalda las pautas actuales de grasa. Así, patrones de dieta como la Dieta Mediterránea (MedDiet), caracterizado por una alta proporción de grasas vegetales, la Dietary Approaches to Stop Hypertension y la vegetariana, han demostrado reducir la incidencia y la prevalencia del SMet y sus componentes. Sin embargo, existe controversia y lagunas de evidencia para definir el tratamiento dietético-nutricional más apropiado para el SMet. Por todo lo expuesto, el objetivo general de esta Tesis Doctoral es comparar la ingesta de grasa en una población con y sin SMet, así como, evaluar la ingesta dietéticonutricional de la población con SMet y su asociación con los componentes del SMet. La población de estudio son adultos, hombres entre 55-75 años y mujeres entre 60-75 años, sin ECV previamente documentada. La evidencia actual demuestra una asociación significativa entre la ingesta de ácidos grasos y el riesgo de SMet. Los resultados reflejan que los sujetos con SMet reportan una ingesta de carbohidratos y fibra más baja, y una ingesta de grasa total más alta que los sujetos sin SMet. Los sujetos con SMet también reportan una ingesta mayor de ácidos grasos monoinsaturados (AGM) y menor de ácidos grasos poliinsaturados (AGP) ω-3 y ω-6 (sólo en mujeres) que los sujetos sin SMet. En cambio, no se observan diferencias en la ingesta de AGS y ácidos grasos trans (AGTrans) en hombres. En consonancia, los sujetos con SMet están por debajo del Rango Aceptable de Distribución de los Macronutrientes, propuesto por el Institute of Medicine, para los carbohidratos, y por encima para la grasa total y los AGM que los sujetos sin MetS. Los resultados son similares respecto a los Objetivos Nutricionales 2020 de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Ambos grupos están por encima de la ingesta recomendada para AGTrans y el consumo de frutas y verduras, pero es mayor en los sujetos con SMet. Al analizar el riesgo de prevalencia de los componentes del SMet según la ingesta de grasa, los resultados reflejan: por un lado, un aumento significativo del riesgo de hiperglucemia en sujetos con mayor ingesta total de grasa, AGM, AGS, y AGP ω-3, un aumento del riesgo de tener los niveles de HDL-c bajos en los sujetos con mayor ingesta de ácido linoleico, y por otro lado, una disminución del riesgo de tener elevados niveles plasmáticos de TG en sujetos con mayor ingesta de AGS y AGP ω-3. Sin embargo, no se observan diferencias entre la ingesta de AGTrans y los componentes del SMet. El 82% de los sujetos con SMet consumen frutos secos, a pesar de que la cantidad media de consumo diario es de 12.6 g/día. Los consumidores de frutos secos tienen mayores ingestas de energía total, hidratos de carbono, grasa total, AGM, AGP, colesterol, fibra, vitaminas y minerales que los no consumidores. A su vez, se observa que los consumidores de frutos secos tienen menor probabilidad de estar por debajo de los Requerimientos Medios Estimados y por encima de la Ingesta Adecuada para la mayoría de los nutrientes evaluados. También presentan una mayor adherencia a la MedDiet que los no consumidores. Finalmente, según el consumo de frutos secos a 1 año de seguimiento de la población de estudio con SMet, los resultados reflejan que la circunferencia de la cintura, los TG plasmáticos, la presión arterial sistólica, el peso corporal y el Índice de Masa Corporal disminuyen significativamente con un mayor consumo de frutos secos, mientras que la glucemia y la presión arterial diastólica tienden a disminuir y los niveles de HDL-c a aumentar. La ingesta dietético-nutricional en sujetos adultos con SMet se aleja de las recomendaciones dietético-nutricionales actuales y de un patrón de alimentación saludable. La Tesis actual y el futuro trabajo de intervención del ensayo PREDIMED-Plus contribuirán a una mejor comprensión y diseño del perfil de ácidos grasos de una dieta saludable para revertir las comorbilidades del SMet en individuos de edad avanzada.
[cat] La Síndrome Metabòlica (SMet), és una condició clínica caracteritzada per diversos factors metabòlics associats amb un alt risc de diabetis i malaltia cardiovascular. Aquests factors coexistents, inclouen, l’obesitat (especialment l’anomenada obesitat central), la resistència a la insulina i la tolerància a la glucosa alterada, la dislipèmia aterogènica [nivells alts de triglicèrids (TG) i nivells baixos de lipoproteïna-colesterol d’alta densitat (HDL-c)], i la hipertensió. L’obesitat, i en conseqüència l’SMet, s’estan convertint en epidèmia. Cal assenyalar que aquest grup de factors, aproximadament, afecten entre el 10 i el 25% de les persones adultes d’arreu del món. Si aquest percentatge contínua augmentant als ritmes actuals, s’espera que fins el 20% de la població adulta del món, sigui obesa el 2030. En relació en aquest percentatge, la prevalença de l’SMet variarà segons el perfil de la població, l’edat, el sexe, l’origen ètnic, així com també la definició utilitzada. Les intervencions dietètiques i d’estil de vida, poden ser mesures més efectives que el propi tractament farmacològic, per prevenir el desenvolupament de l’SMet. En concordança, diversos estudis han demostrat que les modificacions en l’estil de vida, com l’augment de l’activitat física, l’adherència a un patró d’alimentació saludable i/o la pèrdua de pes, estan associades amb la reversió de l’SMet i el seus components. Hi ha evidència sòlida que l’alimentació influeix en la incidència de l’SMet. Un alt consum de greix total i àcids grassos saturats (AGS), i un consum inadequat de fibra, estan vinculats a dos dels principals components de l’SMet: el pes corporal poc saludable i/o al risc de Diabetis Mellitus Tipus 2 (DMT2). Per atendre aquesta problemàtica, la comunitat científica ha recomanat un límit global de greix en la dieta. Aquesta recomanació, com a resultat inevitable, es focalitza en l’increment de la ingesta d’hidrats de carboni, i en la disminució d’àcids grassos insaturats saludables. Per aquesta raó, el 2015, el Comitè Assessor de les Guies Dietètiques Americanes, va remarcar la importància dels patrons d’alimentació basats en aliments, fent-ne una revisió dels efectes que provoca el greix en la salut. De fet, l’evidència d’assajos clínics i aleatoritzats, no donen suport a les pautes actuals de greix. Així, patrons de dieta com la Dieta Mediterrània (MedDiet), caracteritzada per una alta proporció de greixos vegetals, la Dietary Approaches to Stop Hypertension, i la dieta vegetariana, han demostrat reduir la incidència i la prevalença de l‘SMet i el seus components. Malgrat això, hi ha controvèrsia, i alhora llacunes d’evidència, per definir el tractament dietètic-nutricional més apropiat per l’SMet. Per tot el que s’ha exposat abans, l’objectiu general d’aquesta Tesi doctoral és comparar la ingesta de greix en una població amb i sense SMet, així com, avaluar la ingesta dietèticanutricional de la població amb SMet, i la seva associació amb els components d’aquesta. La població d’estudi són persones adultes, per una banda homes d’entre 55 i 75 anys, i per l’altra, dones d’entre 60 i 75 anys, ambdós, sense malaltia cardiovascular prèviament documentada. L’evidència actual demostra una associació significativa entre la ingesta d’àcids grassos, i el risc de l’SMet. Els resultats reflecteixen que el subjectes que pateixen aquesta síndrome, reporten una ingesta d’hidrats de carboni i fibra més baixa, i alhora, una ingesta de greix total més alta que el subjectes sense aquesta. Els subjectes amb SMet, també reporten una ingesta major d’àcids grassos monoinsaturats (AGM), i una menor d’àcids grassos poliinsaturats (AGP) ω-3 y ω-6 (només en les dones) que el subjectes sense SMet. En canvi, no s’observen diferències en relació a la ingesta d’AGS i d’àcids grassos trans (AGTrans) (sols en els homes). En concordança, els subjectes amb SMet estan per sota del Rang Acceptable de Distribució dels Macronutrients, proposat per l’Institute of Medicine, per als hidrats de carboni, i per damunt, respecte al greix total i als AGM, establint-ne una comparativa amb les persones participants de l’estudi, què no presenten l’SMet. Els resultats, són similars quan s’avaluen els Objectius Nutricionals 2020 proposats per la Societat Espanyola de Nutrició Comunitària. A més, ambdós grups d’estudi estan per damunt de la ingesta recomanada per AGTrans i el consum de fruites i verdures, però és major en el subjectes amb SMet. Una vegada analitzat el risc de prevalença dels components de l’SMet, segons la ingesta de greix, el resultats reflecteixen el següent: per una banda, un augment significatiu del risc de hiperglucèmia en els subjectes amb major ingesta de greix total, AGM, AGS i AGP ω-3 , un augment del risc de tenir el nivells d’HDL-c baixos en el subjectes amb major ingesta d’àcid linoleic; i per l’altra banda, una disminució del risc de tenir els TG plasmàtics elevats en aquells amb més ingesta d’AGS i AGP ω-3. Malgrat això, no s’observen diferències entre la ingesta d’AGTrans i els components de l’SMet. El 82% dels subjectes amb SMet consumeixen fruits secs, tot i que la quantitat mitjana de consum diari és de 12.6 g/dia. Les persones que consumeixen fruits secs, tenen majors ingestes d’energia total, d’hidrats de carboni, de greix total, d’AGM, d’AGP, de colesterol, de fibra, de vitamines i de minerals, en comparació amb les què no els consumeixen. Alhora, s’observa que els subjectes que consumeixen els fruits secs, tenen menys probabilitat d’estar per sota dels Requeriments Mitjans Estimats, i per damunt de la Ingesta Adequada per a la majoria de nutrients avaluats. A més, presenten també una major adherència a l’MedDiet, respecte els què no en consumeixen. Finalment, segons el canvi en el consum de fruits secs realitzat al primer any de seguiment de la població d’estudi amb SMet, els resultats mostren que la circumferència de la cintura, els TG plasmàtics, la pressió arterial sistòlica, el pes corporal i l’Índex de Massa Corporal, disminueixen significativament amb un major consum de fruits secs; mentre que la glucèmia i la pressió arterial diastòlica, tendeixen a disminuir, i a augmentar el nivells de HDL-c. La ingesta dietètic-nutricional en subjectes adults amb SMet, s'allunya de les recomanacions dietètic-nutricionals actuals i d'un patró d'alimentació saludable. La Tesi actual, i el futur treball d'intervenció de l'assaig PREDIMED-Plus, contribuiran a una millor comprensió i disseny del perfil d'àcids grassos d'una dieta saludable, per a revertir les comorbiditats del’SMet, en individus d'edat avançada.
[eng] The Metabolic Syndrome (MetS) is a clinical condition characterized by a collection of metabolic factors associated with a higher risk of developing diabetes and cardiovascular disease (CVD). Such coexisting cardiometabolic risk factors include obesity (especially central obesity), insulin resistance, impaired glucose tolerance, atherogenic dyslipidaemia [high triglycerides levels (TG) and low levels of high-density lipoprotein (HDL-c)] and hypertension. Obesity, and consequently the MetS, are becoming an epidemic, as they are currently affecting approximately between 10-20% of adults worldwide. If such an epidemic continues to grow, up to 20% of the world's population is expected to be obese by 2030. Consistent with the latter, prevalence of the MetS will vary according to specific to population, age, gender, and ethnic origins, and the definition which might be used The use of dietary and lifestyle treatments for cardiometabolic disease prevention could be more effective than pharmacological therapy in preventing the development of the MetS. Accordingly, various studies have demonstrated that lifestyle modification, such as increased physical activity, adherence to a healthy dietary pattern and/or weight loss, are associated with the reversion of the MetS and its components. There is solid evidence that food intake is associated with the incidence of the MetS. High total fat and saturated fatty acids (SFA) intakes and an inadequate intake of fiber are closely linked to an unhealthy weight and/or to an increased risk of developing Type 2 Diabetes Mellitus (T2DM), which are also two of the main components of the MetS. In order to address the issue, scientific societies recommended a global limit to fat intake, which inevitably resulted in an increased consumption of carbohydrates and a reduced consumption of healthy unsaturated fatty acids. For this reason, in 2015, the Advisory Committee of the Dietary Guidelines for Americans emphasized the importance of food based dietary patterns, hence reconsidering the role of fat in health. Indeed, data from randomized controlled clinical trials does not support current dietary fat intake guidelines: dietary patterns such as the Mediterranean Diet (MedDiet), marked by high levels of vegetable fats, the Dietary Approaches to Stop Hypertension diet and vegetarian diets, have shown that MetS and its components are decreased in incidence and prevalence. Nevertheless, when it comes to describe the most appropriate dietary treatment for MetS, controversies and gaps of evidence still exists. For all the above reasons, the general purpose of this Doctoral Thesis is to compare fat intake in a population with and without MetS, to assess dietary intake and nutritional status in the MetS population and their possible association with the MetS components. The population of the study consists of adults, male between 55-75 years and women between 60-75 years, without previous CVD. The evidence collected demonstrates a significant association between fatty acids intakes and risk of developing the MetS. Subjects with MetS report lower intakes of fiber and carbohydrates, and a higher intake of fat as compared to subjects without MetS. More specific to the type of fat, subjects with MetS report a higher intake of monounsaturated fatty acids (MUFA) and a lower intake of polyunsaturated fatty acids (PUFA) ω-3 y ω-6 (women only) than subjects without MetS. On the other hand, no differences are observed in relation to SFA and trans fatty acids (Trans FA) (in men) intakes. Moreover, subjects with MetS are more likely to fall short of meeting the Acceptable Macronutrient Distribution Range proposed by the Institute of Medicine for carbohydrates and go above the recommended limits of total fat and MUFA, as compared to subjects without MetS. Results remain consistent when assessing the Nutritional Objective by 2020 of the Spanish Society of Community Nutrition. Both populations consume above the recommended intakes of Trans FA, fruits and vegetables, nevertheless consumption is higher in subjects with MetS. In relation to the association between the risk of prevalence of MetS components by fat intake, the results show a significant increase in the risk of hyperglycemia in subjects in the highest total fat intake, MUFA, SFA and PUFAω-3, a significant increase in the risk of presenting low levels of HDL-c in subjects with higher intakes of linoleic acid, and, on the other hand, a significant reduction in the risk of presenting high plasma TG levels in subjects with higher intakes of SFA and PUFA ω-3. However, no differences between Trans FA intakes and MetS components were observed. 82% of MetS subjects consume nuts, although the average daily intake is only 12.6 g/day. Subjects that consume dried nuts also have higher consumption of total energy, carbohydrates, total fat, MUFA and PUFA, cholesterol, fiber, vitamins and minerals than those that do not consume nuts. In turn, subjects that consume nuts are less likely to fall below the Acceptable Macronutrient Distribution Range and, at the same time, to exceed Adequate Intakes of most evaluated nutrients. Moreover, they are also more likely to have higher adherence to the MedDiet as compared to those that do not consume nuts. Finally, analysis at one-year follow-up of the population with MetS, show that with higher intake of nuts, waist circumference, plasma TG, systolic blood pressure, body weight, and Body Mass Index, are significantly reduced; concomitantly, there is a tendency for blood glucose and diastolic blood pressure to decrease, and HDL-c levels to increase. Dietary intake and nutritional status in adult subjects with MetS do not match dietetic recommendations for a healthy eating pattern. The present Thesis and the future work of intervention in the context of the PREDIMED-Plus trial will contribute to a better understanding of the role of fatty acids as part of the dietary approach used to reverse MetS-associated comorbidities in older individuals.
61 - Medical sciences; 663/664 - Food and nutrition. Enology. Oils. Fat
Nutrició
ADVERTIMENT. Tots els drets reservats. L'accés als continguts d'aquesta tesi doctoral i la seva utilització ha de respectar els drets de la persona autora. Pot ser utilitzada per a consulta o estudi personal, així com en activitats o materials d'investigació i docència en els termes establerts a l'art. 32 del Text Refós de la Llei de Propietat Intel·lectual (RDL 1/1996). Per altres utilitzacions es requereix l'autorització prèvia i expressa de la persona autora. En qualsevol cas, en la utilització dels seus continguts caldrà indicar de forma clara el nom i cognoms de la persona autora i el títol de la tesi doctoral. No s'autoritza la seva reproducció o altres formes d'explotació efectuades amb finalitats de lucre ni la seva comunicació pública des d'un lloc aliè al servei TDX. Tampoc s'autoritza la presentació del seu contingut en una finestra o marc aliè a TDX (framing). Aquesta reserva de drets afecta tant als continguts de la tesi com als seus resums i índexs.