Universitat Autònoma de Barcelona. Departament de Filosofia
El presente trabajo se centra en analizar la conexión entre arte y política en el País Vasco, con especial atención a dos ámbitos principales: infraestructura y teoría. El objetivo es proponer un espacio artístico para el desarrollo de un conflicto estético, teórico y lingüístico que no permita la clausura del debate socio-político que ha gobernado el País Vasco desde mediados del siglo XX de una manera unívoca y holística. La idiosincrasia vasca viene marcada por la conflictividad social y política y las interconexiones establecidas entre la representación nacional, la cultura institucionalizada, las redes underground y la terciarización económica de la sociedad vasca. A nivel artístico, la falta de tradición teórica y crítica y el estancamiento en un debate identitario no ha favorecido el desarrollo de un diálogo crítico. El establecimiento de la Vanguardia Vasca (un caso particular por la utilización del lenguaje abstracto para reivindicaciones sociopolíticas), el calado del imaginario simbólico vanguardista a nivel social y el asentamiento del Museo Guggenheim en Bilbao son los hitos que marcan el devenir de la historia simbólica y cultural del País Vasco. Por tanto, ¿cómo situar el arte vasco contemporáneo en la palestra artística global sin caer en localismos? Con el objetivo de vislumbrar la relación entre lo local y lo global de un modo no dicotómico, la presente propuesta parte de la inserción del arte en una nueva espacialidad, esto es, en un plano comunitario. Para ello, se analizan los conceptos de comunidad (partiendo de Maurice Blanchot, Jean-Luc Nancy, Giorgio Agamben y Roberto Esposito) y resistencia (Jacques Rancière), surgidos en el pensamiento y en la teoría del arte desde la década de los ochenta, en relación con el contexto local vasco. Este nuevo modelo de espacialidad de lo común supera la noción de identidad, al plantear la comunidad como ser-en-común, comparecencia, interrupción, límite y, del mismo modo, pone en juego conceptos como el margen, lo fronterizo o lo híbrido para el arte político contemporáneo. De este modo, el arte permitirá el análisis de los procesos estructurales y los consensos sociopolíticos heredados con el fin de rearticular la conexión entre imágenes, signos y espacios y capacitar para la inauguración de nuevas comunidades de sentido. El arte crítico requiere de nuevos espacios de lo político en tanto comunitario, es decir, lugares de resistencia para mostrar los disensos y conflictos. En el caso vasco, estos lugares se han de potenciar fuera de la canonización del relato de convivencia y bonanza económica establecido por las instituciones vascas, mediante el diálogo estético que potencie la experiencia del disenso político y la revalorización de las ruinas industriales, históricas y políticas.
The present work analyses the connection between art and politics in the Basque Country, with special attention to two main areas: infrastructure and theory. The objective is to propose an artistic space for the development of an aesthetic, theoretical and linguistic conflict that does not allow the closure of the socio-political debate that has governed the Basque Country since the mid-twentieth century in a univocal and holistic manner. The Basque idiosyncrasy is marked by the social and political conflict and the interconnections established between the national representation, the institutionalized culture, the underground networks and the switch to a service economy of the Basque society. At the artistic level, the lack of theoretical and critical tradition and the stagnation in an identity debate has not favoured the development of a critical dialogue. The establishment of the Basque Avang-garde (a particular case because of the use of abstract language for socio-political claims), the setting of the avant-garde symbolic imaginary at the social level and the establishment of the Guggenheim Museum in Bilbao are the milestones that mark the evolution of symbolic and cultural history of the Basque Country. Therefore, how to situate contemporary Basque art in the global artistic arena without falling into localisms? In order to envisage the relationship between the local and the global in a non-dichotomous way, the present proposal inserts art in a new spatiality, that is, on a community level. To that end, the concepts of community (developed by Maurice Blanchot, Jean-Luc Nancy, Giorgio Agamben and Roberto Esposito) and resistance (Jacques Rancière) are analysed, both appeared in the thought and in the theory of art since the eighties, in relation to the Basque local context. This new model of spatiality of the common overcomes the notion of identity, by posing the community as being-in-common, appearance, interruption, limit and, in the same way, brings into play concepts such as margin, border or hybrid for contemporary political art. In this way, art will allow the analysis of structural processes and inherited socio-political consensuses in order to rearticulate the connection between images, signs and spaces and enable the inauguration of new communities of sense. Critical art requires new spaces of the political as a community, that is, places of resistance to show disagreements and conflicts. In the Basque case, these places must be promoted outside the canonization of the story of coexistence and economic prosperity established by the Basque institutions, through the aesthetic dialogue that enhances the experience of political dissent and the revaluation of industrial, historical and political ruins.
Art polític; Arte político; Political art; País basc; País vasco; Basque country; Comunitat; Comunidad; Community
1 - Filosofia i psicologia
Ciències Humanes