Universitat Autònoma de Barcelona. Departament de Medicina
Existe un envejecimiento poblacional de la comunidad afecta de VIH lo que implica que se diagnostiquen enfermedades relacionadas con la edad, tales como la osteoporosis. La activación del sistema inmune que conlleva el VIH generaría un desacoplamiento entre la osteogénesis y la osteoclastogénesis favoreciendo así el daño óseo, pero este mecanismo parece insuficiente, por lo que probablemente, también participan en esta afectación ósea tanto el mismo virus como el TAR. Por otro lado, el aumento de la prevalencia de osteoporosis y el riesgo de fractura no se correlacionan con los resultados de la DXA y escalas de medición aplicables en la población general, no son extrapolables a los pacientes con infección por VIH. Esto plantea, por lo tanto un problema a la hora de asesorar a este grupo de pacientes en relación a su salud ósea. Nuestra hipótesis es que la densidad mineral ósea medida por DXA es insuficiente para valorar la calidad ósea de dichos pacientes y, por tanto, la necesidad de intervención, por lo que se precisan de otras herramientas que ayuden en el asesoramiento del estado del hueso. Consideramos que siendo la microindentación un sistema directo de la calidad ósea, se trataría de una herramienta a utilizar en el medio clínico, juntamente con marcadores de inflamación, en la valoración de la salud ósea. Por lo tanto, creemos que: - La DMO no es suficiente para evaluar la evolución final de la resistencia ósea tras el inicio de tratamiento antiretroviral. -Existe una estrecha relación entre la calidad tisular ósea y el estado inflamatorio imprimido por la infección por VIH. -El estado inflamatorio previo al inicio de tratamiento antiretroviral, influye en la evolución de los diferentes componentes de la resistencia ósea. Para evaluar lo anteriormente expuesto, se ha comparado el estado óseo pre y post inicio del tratamiento antiretroviral (TAR) así como las diferencias existentes entre estos pacientes y aquellos no VIH, tanto en estado basal como en situación de TAR. Asimismo, se han utilizado diferentes parámetros tanto analíticos, como de imagen para la evaluación ósea, a la par de una técnica novedosa como la microindentación. De todo ello se desprende que, evidentemente, la situación inflamatoria derivada de la infección por VIH produce alteración ósea y que, a pesar de que la medición de DXA y TBS empeoran tras inicio de TAR, probablemente la mejoría del estatus inflamatorio cambia las condiciones ambientales a nivel de hueso, permitiendo una mejoría en la calidad del tejido óseo, que se traduce en una mejoría del BMSi o microindentación.
The HIV community is aging, which implies that age-related diseases are diagnosed, such as osteoporosis. The activation of the immune system associated to HIV would generate a decoupling between osteogenesis and osteoclastogenesis, thus favoring bone damage, but this mechanism seems not enough, so probably, both the same virus and HAART are also involved in this bone affectation. On the other hand, the increase in the prevalence of osteoporosis and the risk of fracture do not correlate with the results of DXA and the scales of measurement, applicable in general population, are not extrapolated to patients with HIV infection. This raises, therefore, a problem when advising this group of patients in relation to their bone health. Our hypothesis is that the bone mineral density measured by DXA is insufficient to assess the bone quality of these patients and, therefore, the need for intervention, so that other tools are needed to help in the assessment of bone status. We consider that, as microindentation is a direct system of bone quality, it would be a tool to be used in the clinical environment, together with markers of inflammation, in the assessment of bone health. Therefore, we believe that: - BMD is not enough to evaluate the final evolution of bone resistance after the initiation of antiretroviral treatment. -There is a close relationship between bone tissue quality and the inflammatory state printed by HIV infection. -Inflammatory state prior to the start of antiretroviral treatment, influences the evolution of the different components of bone strength. To evaluate the above, we compared the bone condition before and after the start of antiretroviral treatment (ART), as well as the differences between these patients and those without HIV, both at baseline and under ART. Likewise, different analytical and imaging parameters have been used for bone evaluation, along with a novel technique such as microindentation. From all this it follows that, evidently, the inflammatory situation derived from HIV infection produces bone alteration and that, although the measurement of DXA and TBS worse after initiation of ART, probably the improvement of the inflammatory status changes the environmental conditions at bone, allowing an improvement in the quality of the bone tissue, which results in an improvement of BMSi or microindentation.
VIH; HIV; Inflamació; Inflamación; Inflammation; Os; Hueso; Bone
616.9 - Communicable diseases. Infectious and contagious diseases, fevers
Ciències de la Salut
Departament de Medicina [962]