Comunicación telefónica con familiares de pacientes ingresados durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19 dando malas noticias por teléfono dificultades, consecuencias y aprendizajes

Abstract

Con la aparición de la pandemia de COVID-19 y el resultante confinamiento, los sanitarios de todo el mundo hubieron de poner en marcha sistemas para comunicarse con los familiares de sus pacientes. En esta investigación se muestra el caso del equipo de atención a las familias que se creó y funcionó durante la primera ola de la pandemia en el servicio de neumología de un gran hospital en Barcelona. Por ello, se estudió la producción científica sobre el tema y afloraron cuestiones que hay que tener presentes al hacer comunicación médica a distancia, como la seguridad del paciente, la necesaria confidencialidad o problemas de discriminación por diferentes brechas como la edad o las condiciones socioeconómicas. Además, se desarrollaron cursos de formación en comunicación de malas noticias a distancia y se comprobó la buena acogida y predisposición de los profesionales para adaptarse a situaciones no habituales. De esta experiencia se han extraído varias conclusiones: la necesidad de contar con una planificación y recursos adecuados, con formación para dar malas noticias a distancia y con apoyo y cuidados para prevenir el daño psicológico, tanto en los profesionales como en los familiares.

With the onset of the COVID-19 pandemic and the resulting lockdown, health care providers around the world had to put in place systems to communicate with their patients' families. This research shows the case of the family support team that was created and operated during the first wave of the pandemic in the pulmonology department of a large hospital in Barcelona. For this reason, the scientific literature on the subject was studied and issues that must be considered when making medical communication at a distance, such as patient safety, the necessary confidentiality, or problems of discrimination due to different gaps such as age or socioeconomic conditions, were brought to light. In addition, training courses were given on the communication of bad news at a distance and the professionals' willingness to adapt to unusual situations was confirmed. Several conclusions were drawn from this experience: The need to have adequate planning and resources, with training for giving bad news at a distance and with support and care to prevent psychological damage, both for professionals and family members.